Qué fácil era esperar a que un héroe apareciera en el momento más inesperado y salvara a la chica o ahuyentara a los malos o nos sacara del enredo más complicado y difícil. ¿Se podrán alquilar estos benefactores de la humanidad para causas justas? Yo necesitaría el auxilio de uno de ellos para lanzarlo contra los recortes de sanidad y educación (por ejemplo) y que de un manotazo mandara al espacio sideral a algún político poco cualificado (meramente arropado por las urnas) a cumplir condena con la acusación popular de inútil.
Esta mañana de lluvia y frío tardío me vuelve un romántico.
1 comentario:
Pueden más todos los profesores y médicos que el ministro/a de turno. No podemos echar a los ministros ineptos (que hacen mucho daño, sí) pero tampoco eludir nuestra responsabilidad. La de los funcionarios públicos es mucha: no dejarnos avasallar, que no dependa nuestro ánimo del ministro de turno, protestar en la calle (mucho) y trabajar lo mejor que podamos (mucho también). Y no esperar a los superhéroes.
¿Y esto a ud. le parece romántico Sr. adolga?...
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