domingo, 20 de febrero de 2011

Collioure

Leo en El País (20-02-2011) el artículo sobre la tumba de Machado, sobre su presencia viva en el espíritu de aquellos que le siguen amando y reclamando su ayuda tanto para asuntos terrenales como celestiales. Yo también estuve en Collioure una tarde de verano junto a su tumba querida y soñada. Rebosaba vida, llena de color y de olor, de palabras encendidas, de recuerdos sin tiempo y sin nombre y sin pena; porque permanece ligero de equipaje, casi desnudo. Yo también estuve en Collioure y dejé mi mensaje junto al mar.

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